El colesterol es el tercer tipo de lípido en importancia cuantitativa en las membranas de las células animales donde contribuye al mantenimiento de la fluidez de membrana y establece interacciones con ciertas proteínas de membrana que pueden regular la actividad de éstas. A diferencia de otros lípidos, el colesterol se distribuye más o menos en la misma proporción en las dos capas de la membrana y, junto a esfingolípidos, estructura las balsas de membrana (microdominios de la membrana enriquecidos en colesterol y ciertos esfingolípidos en los que abundan proteínas implicadas en funciones fundamentales para la célula como la transducción de señales o la endocitosis).
Hay un importante contenido de colesterol en las estructuras mielinizadas de cerebro y sistema nervioso central.
Además, el colesterol es precursor biosintético de las hormonas esteroides, de la vitamina D y de los ácidos biliares; abunda como tal en la bilis y en las lipoproteínas plasmáticas se encuentra tanto libre como esterificado con ácidos grasos de cadena larga.
Por todo esto, el colesterol en una molécula esencial en el organismo, pero no un nutriente esencial.
En vegetales, los esteroles que se encuentran en la membrana son: campesterol, ß-sitosterol, estigmasterol, Δ5-avenasterol y brasicasterol. En hongos y levaduras, el ergosterol suele ser el principal esterol.
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