El concepto de viabilidad alude a la capacidad de una célula para realizar sus procesos fisiológicos y bioquímicos, especialmente en lo relativo a su metabolismo y a su capacidad de división. Sin embargo, en la práctica el término se utiliza con criterios diversos; por ejemplo, es común que se hable de viabilidad refiriéndose simplemente a la integridad de la célula, o bien a su actividad metabólica o, finalmente, a su capacidad de división (proliferación).
Para todos estos criterios se emplean diversos ensayos de viabilidad; algunos de los más frecuentes se describen a continuación. A la hora de comprender el diseño de todos los ensayos de viabilidad hay que prestar atención a dos parámetros fundamentales:
en células individuales, mediante microscopia | |
en suspensiones celulares, mediante absorciometría (habitualmente, ensayos simultáneos de múltiples muestras en placas multipocillo) |
Corresponden al recuento de células que no son capaces de incorporar un colorante (lo excluyen).
El ejemplo clásico y más conocido es el azul de tripano, un colorante soluble en agua cuyos grupos cargados
amino y sulfonato le impiden atravesar las membranas celulares intactas; por tanto, tiñe sólo las células
muertas o dañadas. Las células vivas no se tiñen, pero debe resaltarse que el ensayo sólo valora la integridad
su membrana, no la verdadera viabilidad celular.
Ensayo con azul de tripano.
Un ensayo similar utiliza un compuesto fluorescente con carga (por lo que no atraviesa la membrana) que está preparado de modo que reaccione con grupos amino (disponibles en las proteínas y en otras biomoléculas). Las células intactas sólo se tiñen en superficie, débilmente, mientras que las células dañadas se tiñen en todo su interior, de forma intensa. El uso de un fluorocromo –en lugar de un colorante– permite su aplicación en microscopia de fluorescencia y, en particular, en citometría de flujo.
Se trata de un método alternativo, basado en este caso en la entrada de un compuesto a través de la membrana de las células intactas y su fijación en el interior.
Se trata de un método alternativo, basado en este caso en la entrada de un compuesto a través de la membrana de las células intactas y su fijación en el interior.
En algunos casos, el colorante (en realidad, casi siempre un fluorocromo) se une a los ácidos nucleicos, particularmente al DNA. Esto permite diseñar ensayos muy útiles en los que se tiñen, aunque con distinto color, tanto las células viables como las dañadas. El parámetro clave es siempre la lipofilia de los fluorocromos, que los hace permeantes o no a través de la membrana celular intacta.
La presencia en las células de actividades enzimáticas genéricas, tales como esterasas y deshidrogenasas, permite plantear ensayos de viabilidad basados en la generación de productos con grupos cromóforos o fluoróforos, procedentes de la transformación enzimática de sustratos sintéticos. Una alternativa, para tipos celulares concretos, es la determinación de una actividad enzimática específica, en cuyo caso es particularmente importante evitar que las condiciones experimentales afecten a dicha enzima.
Se mide la incorporación de radiactividad a las proteínas formadas durante el cultivo de las células en presencia de aminoácidos marcados (como [35S]Met o bien cualquier otro marcado con 14C o 3H).
Se mide la incorporación de radiactividad, u otro tipo de marca, al DNA formado durante el cultivo de las células en presencia de nucleótidos marcados. Es común el uso de timidina tritiada o de bromodesoxiuridina.
Explicación detallada | ||
2′-desoxitimidina (coloquialmente, timidina) |
5-bromo-2′-desoxiuridina (bromodesoxiuridina, BrdU) |
Refleja el concepto más exigente de viabilidad, la capacidad de crecimiento o, más estrictamente, de proliferación celular.