El agua se puede considerar como un ácido debido a su
capacidad para ionizarse dando un protón y como una base por dar un anión
hidróxido:
H-O-H H+ + OH-
La frecuencia con la que esto ocurre en el agua pura es muy
baja. De hecho, en el agua pura sólo se ioniza una
molécula de agua por cada 500 millones. Esto significa que las
concentraciones molares de H+ y OH- en el agua pura son aproximadamente 10-7 cada una.
La concentración de iones hidrógeno en las
disoluciones acuosas está comprendida entre valores superiores a 1 M y
menores a 10-14 M. Por conveniencia, las concentraciones de H+
se expresan en una escala logarítmica, como pH. El pH de una
disolución es el logaritmo negativo de su concentración
de H+, o:
pH = -log [H+]
Por tanto, una concentración de H+ de 10-7 M tiene un pH de 7,0. En el agua pura, hay siempre el mismo número de H+ y de OH-, y el pH se define como neutro. (Nótese que el pH neutro no es siempre exactamente igual a 7,00; si se eleva la temperatura, se disocia más H2O y el pH será más bajo). Los ácidos son una fuente de H+ y hacen que el pH disminuya desde la neutralidad. Por el contrario, las bases captan H+ de la disolución y esto hace que el pH sea superior al neutro.
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